La nueva normalidad serán los viajes virtuales. Más que disfrutar de la vida de las terrazas y eventos sociales, mi disfrute radica en la monotonía de la vida en familia, trabajos de ratón de biblioteca, rodeado de mis escasos seres queridos, preferiblemente en casa. Algunos momentos en contacto con la naturaleza, sobre todo el mar desde la costa, y, sobre todo, los viajes a lugares exóticos, son el contrapunto para darle sentido a mi vida.

Serán quizás la literatura y cine infantil, los que pusieron la semilla que ha germinado de mi ansia por los viajes, y por la fotografía con la que traer a casa los «souvenires» del viaje, animales exóticos, piezas de esculturas o edificios y personajes. El orientalismo que creó Napoleón en Europa tras su expedición militar a Egipto (1798-1800) también tuvo su influencia en la fotografía y muchos fotógrafos viajaron con un gran equipaje a Oriente para traer de vuelta sus colodiones o calotipos a una Europa ansiosa por ver maravillas exóticas.

Soy un fotógrafo aficionado heredero de este legado. En mi vida he realizado 5 viajes a la India y no sé si antes de que mi edad me lo ponga difícil, tendré otra oportunidad de viajar a este subcontinente que no sea de forma virtual.