Salida acristalada del ascensor de un parking. Una bicoca para el “carteling”. Conviven restos de carteles pegados con anuncios de conciertos, cursos de danzas, publicidad de cursos online y alquileres de trajes de Santo Tomás. Todo el mundo puede pegar sus carteles en el espacio urbano, pero nadie los quita. ¿Harán lo mismo en su casa?
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