Sorprendentemente, parece ser que el ¿ayuntamiento? ha limpiado la mayor parte de los carteles y pintadas de la calle Matía y plaza Txalupagillene. El nivel de deterioro tras las fiestas era ya excesivo. Las esquinas de las calles adyacentes no han tenido tanta suerte.

Aquí está casi eliminada del todo la pintada del U28 en varias columnas de la plaza. Puede observarse en la loseta inferior cómo las nuevas generaciones empiezan a entrenarse en el arte del deterioro del espacio urbano, seguramente bajo la mirada atenta de sus padres.