La Concha, el Peine del Viento y el Ayuntamiento siguen siendo íconos aparentemente impecables, pero el triángulo de Gros-Parte Vieja-Centro junto con el Antiguo sufren los efectos de la masificación. En temporada alta, la densidad turística supera los 140.000 visitantes diarios en una ciudad de 188.000 habitantes, saturando servicios y alterando el ritmo local.

Zonas como Calle Mayor, Zurriola y calle Matía acumulan basura, pintadas y carteles.