Hoy he terminado mi segundo libro de la cuarentena. Leer es una costumbre que, tras unos cuantos años perdida,  he retomado casualmente poco antes de la cuarentena, y me viene bien en estos avatares. Son libros de fotografía, no fotolibros, pero éstos también caerán. Nuestros sueños son muy libres, y ahora que en cuerpo no se puede viajar, Arantza y yo nos trasladamos virtualmente a cualquier lugar de la tierra, a cualquier momento y a cualquier mundo que cualquiera pueda haber imaginado.

Y este mundo que Asier Garagarza ha creado, es un mundo muy plácido y tranquilo, con un poquito de misterio, a donde es muy agradable escaparse. Y la historia relatada por Xabier Ortiz te lleva de imagen a imagen hasta el punto final.