Los Sikj y su cabello.

El sijismo es una religión fundada por Gurú Nanak en el contexto del conflicto entre hinduismo e islam durante los siglos XVI y XVII en la región de Punjab del Imperio Mogol. Escoge lo mejor de ambas, cree en un Dios único, el Creador, y en la igualdad de todos los seres humanos, promueve la meditación espiritual, la vida en familia en lugar de en monasterios, elimina las castas, acepta el concepto de maya (ilusión), cree en la reencarnación y resta importancia a los ritos.

Tras 10 gurús (perseguidos y alguno martirizado por los mogoles), el último, en 1708, designó al libro sagrado Guru Granth Sahib como undécimo y definitivo gurú a perpetuidad. Este libro recoge la doctrina sikj y ha estado escrito por los propios gurús sikj a partir del 5º. El libro original se guarda en el Templo Dorado en Amristar, la capital sikj, pero existe una copia en cada templo. A cada ejemplar se le trata como si fuera una persona viva, acostándolo en una cama en el templo cada noche y abanicándolo.

Los practicantes varones sikj deben llevar siempre estos 5 artículos:

  • Kesh: pelo largo sin cortar (lo que da ocasión a una estética más o menos favorecedora en el tiempo)
  • Khanga: un pequeño peine de madera para recogerse el pelo
  • Kara: una pulsera metálica
  • Kashera: ropa interior (pantalón corto) de algodón
  • Kirpán: pequeño puñal ceremonial.

Aunque las mujeres parecen quedar un poco aparte en estos 5 artículos de fe, esta religión es mucho más igualitaria con ellas que el hinduismo y el islam. Muchas veces unen a su nombre como apellido Singh (León) o Kaur (Princesa). Es la sexta religión del mundo en número de creyentes. Y dentro de la India, dominan el transporte y el ejército. Aun así, han sido objeto de varias masacres por el ejército inglés y el indio, y fuera de la India son confundidos con musulmanes por sus magníficos turbantes. Pueblo orgulloso y guerrero, elegante, son mayoría en el Punjab, y ansían una mayor independencia, aunque en el siglo XXI haya habido un presidente sikj en la India. Potentes económicamente, siempre hay comida gratis en sus templos para personas de cualquier religión.