A mediados de los 70, en ciertos círculos estaban muy presentes las novelas de ciencia ficción heroica y en especial Dragonlance, una serie que cautivó a cierta juventud de aquella época. Trabajaba en informática y parte de mis compañeros (y yo entre ellos) éramos bastante frikis y consumidores adictos de libros de ciencia ficción en el futuro o en el pasado.

No sé si yo llegué a leer ninguno de los libros de esa serie, yo era más de robots y marcianos, pero me compré el libro “El gran libro de la Dragonlance” donde se recogían trabajos de diversos autores e ilustradores que intentaban reproducir los personajes de aquellas series.

Me gustaban los dragones y en el horóscopo chino soy dragón. Creé una página web www.herensuge.com, (herensuge es una de las palabras en vasco para nombrar a un dragón), hoy desaparecida, donde recogía cientos de imágenes y dibujos de dragones. Me gustaban los dragones porque siempre tenían un tesoro guardado, y esperaba conseguirlo algún día. Hoy ya no espero nada; quizás, poder volar, viajar a esos mundos fantásticos.